Esta semana, el Consejo de Rectores anunció que se incluirá el ranking de notas de enseñanza media en la admisión 2013 a las universidades tradicionales. Se trata del mayor cambio en los últimos 10 años, desde que en 2003 la PSU reemplazó a la PAA. “En una década, no se incorporaban indicadores distintos a la admisión. Se trata de la modificación más importante desde que debutó la actual prueba”, dice el rector de la UCV, Claudio Elórtegui.
La medida -que pretende premiar el esfuerzo de los cuatro años de enseñanza media- sacó aplausos entre expertos y rectores, ya que permitirá el ingreso de más alumnos de colegios municipales y subvencionados. Esto, porque un estudiante destacado de un colegio municipal podrá obtener la misma ponderación en el ranking que uno de un particular pagado. ¿Cómo operará? ¿Cuál será su impacto?
Cómo funcionará
El ranking, que es la posición relativa de un alumno respecto de sus compañeros de colegio, se calculará sobre la base a las notas promedio de las tres promociones anteriores de cada colegio. “No se usará la nota de la promoción, para no generar competencia entre los alumnos y, además, porque éstas no están disponibles a tiempo”, explica el coordinador de políticas de inclusión de la UC y Usach, Francisco Javier Gil.
Asimismo, el asesor técnico del Cruch, Jorge Manzi, dice que cada establecimiento tendrá una tabla de conversión distinta para saber qué puntaje corresponderá por NEM. “La idea es considerar el puntaje máximo, el mínimo y el promedio de cada colegio, y con esa información se calculará”. La idea es que la ubicación dentro del ranking de la generación se traduzca en un puntaje homologable con el resto de las pruebas PSU, tal como sucede hoy con las notas de Enseñanza Media (NEM). El sitio web www.turanking.cl permite hacer simulaciones acerca del puntaje que tendría cada alumno, según su promedio comparado con los datos reales de las promociones anteriores de cada colegio. Por ejemplo, un alumno que logró la nota promedio de su colegio tendrá 500 puntos en el factor ranking.
Se mantiene el NEM
Ello no significa que el ranking sustituya al NEM. La idea es que el ranking sea un factor más en la ponderación final, junto con las notas y cada prueba. Con ello, las notas y el ranking podrían representar cerca de un 40% del puntaje con el que el estudiante postula. “En la actualidad, un alumno se juega en las horas que dura la PSU el 75% de su futuro. Con la nueva medida, se premia el esfuerzo de los cuatro años”, plantea Gil.
Cuánto pesará
El 28 de junio, el Cruch determinará cuánto pesará el ranking en la ponderación final del puntaje para entrar a la universidad. “Una alternativa es que haya una ponderación fija; otra es que cada plantel fije qué magnitud le da”, dice el rector de la UC, Ignacio Sánchez. En todo caso, las alternativas que se manejan son entre 5% y 12%, como máximo. Según el académico de la UC, Ricardo Paredes, si el ranking pesa más de 12% se reduce la capacidad del sistema de escoger a los alumnos que tendrán mejor rendimiento en la universidad. “Te arriesgas a tener alumnos que no son tan competentes”, explica. En cualquier caso, la ponderación de cada prueba de la PSU y del NEM bajaría en términos proporcionales. La propuesta de Gil es que el NEM se mantenga en torno al 25% actual y que el peso de cada prueba baje cuatro puntos porcentuales.
98 mil jóvenes aumentarán puntajes
Si el ranking pesa 12% del puntaje final, 98 mil estudiantes aumentarían su puntaje ponderado, según los cálculos de Francisco Javier Gil. Se trata de alumnos que figuran entre los mejores de su curso, pero que tienen un rendimiento en la PSU inferior al que obtendrían si el lugar dentro de su generación se traduce en puntaje. Entre ellos están aquellos jóvenes de colegios particulares pagados que figuran en el 25% mejor de su establecimiento; los egresados de los subvencionados que están en el 50% mejor; y quienes, proviniendo de colegios municipales, están en el 70% superior de desempeño.
De este universo de beneficiados, el 53% proviene de colegios subvencionados y el 42% de municipales.
Por ejemplo, un estudiante de promedio 6,7, que es el segundo de su promoción, obtendría 827 puntos según la tabla de conversión del ranking. Si entre la PSU de lenguaje y matemática promedia 681 puntos, logra un ponderado de 690,85. Si el ranking pesara 12% del total, subiría su puntaje final para presentarse a la universidad a 710,45 puntos (ver infografía).
Diez mil nuevos seleccionados
Lo anterior no significa que todos quienes suben sus puntajes lograrán un cupo en los planteles tradicionales. Ello, ya que los egresados de colegios municipales promedian 450,8 y los de subvencionados 509,7, mientras los particulares logran 601 puntos. Según los cálculos de Gil, 10 mil alumnos que antes no lograban un cupo quedarían seleccionados. “Son jóvenes que tienen buenas notas en el colegio, pero que por alguna razón el día de la PSU les va mal, a quienes les faltan 10 o 20 puntos y que habitualmente quedan en lista de espera”, agrega el académico. En contraste, otros 10 mil alumnos, con bajo promedio NEM, pero de PSU regular, quedarían fuera. Aquellos que precisamente quedan en los últimos cupos de seleccionados.
Aumentarán alumnos municipales y subvencionados
En 2011, el 33% de los matriculados en planteles del Cruch provenía de colegios municipales y el 48% de colegios subvencionados. Sin embargo, en algunos planteles la situación es más desigual. En la UC, por ejemplo, siete de cada 10 matriculados proviene de colegios privados. Según Gil, con el nuevo cálculo aumentará en cuatro puntos porcentuales la proporción de estudiantes provenientes de colegios municipales y subvencionados que ingresen a alguna de las 25 universidades del Cruch. Ello, ya que disminuirá el peso de la PSU, que está fuertemente relacionada con el ingreso socioeconómico. “Es una buena noticia desde el punto de vista de la equidad, un premio al talento para alumnos esforzados o de regiones, que no necesariamente tienen recursos”, dice Ignacio Sánchez, rector de la UC. Por ejemplo, en su universidad la cantidad de alumnos de colegios municipales y subvencionados subiría cinco puntos.
Ues. que reciben buenos alumnos aumentarán sus puntajes.
Así lo entiende Francisco Javier Gil, quien dice que la medida potenciará el ingreso de estudiantes con mérito académico. “Al agregar ranking, cambiarán los puntajes ponderados. El plantel que ya recibía alumnos de buen rendimiento, como son la UC y U. de Chile, subirá sus puntajes. El efecto contrario pasará en las instituciones con estudiantes de bajo nivel”, pronostica el académico.
Casos especiales
¿Qué pasará con los alumnos que han egresado hace años del colegio y vuelven a dar la PSU? Es una de las interrogantes que deberá resolver el Cruch a fin de mes. Otras dudas son cuál será la fórmula de cálculo para quienes el año pasado decidieron guardar su puntaje para la próxima admisión, en otras palabras, si para ellos regirá, de todos modos, el ranking. No son las únicas dudas. “Hay colegios nuevos que aún no tienen tres promociones anteriores u otros que tienen muy pocos alumnos”, explica el rector Sánchez.
Modificación al AFI, pendiente
El Estado entrega recursos a los planteles que matriculen a los 27.500 alumnos que logran los puntajes más altos de la PSU. Para los rectores, entonces, lo ideal es consensuar criterios entre la nueva admisión y el AFI. Esto es que el AFI incorpore también el ranking, algo que aún está en discusión.
El ranking, un buen predictor, según estudios
Si bien la PSU es un buen predictor de cómo les irá a los jóvenes en la universidad, ha recibido fuertes críticas porque está estrechamente relacionada con el nivel socioeconómico de los alumnos. Por otro lado, las notas de enseñanza media no están exentas de polémicas, pues reflejan distintas políticas de asignación de notas y niveles de exigencia.
Por ello, para muchos expertos el ranking es una medida positiva, pues permite seleccionar alumnos de buen rendimiento escolar, sin el sesgo socioeconómico. En otras palabras, cada estudiante es medido dentro de su contexto.
Además, existen diversos estudios que señalan que son un buen predictor. Uno de ellos fue encabezado por el académico de la U. de Chile, Dante Contreras. El encontró que los estudiantes que estuvieron dentro del 10% mejor del colegio en tercero y cuarto medio tienen mejor rendimiento en la universidad, en comparación con quienes no tenían tan buen desempeño. Lograron notas promedio cuatro décimas superiores al resto. Ello independiente del origen de los alumnos.
“Pertenecer a los primeros lugares de notas del colegio puede vincularse a habilidades cognitivas y no cognitivas de los estudiantes”, concluye el estudio.
Similar ha sido la evaluación de la U. de Chile, que este año ofreció 120 cupos para alumnos de colegios municipales de buen rendimiento y que provengan de los dos primeros quintiles de ingreso. Según evaluaciones realizadas en la Facultad de Ciencias Sociales, con los primeros 21 cupos que se abrieron, estos alumnos tienen un rendimiento igual e incluso superior que el de sus pares que ingresan por la vía normal. “El ranking demuestra esfuerzo personal”, ha dicho el decano de la facultad, Marcelo Arnold
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